En @abrelosojos3c estamos almacenando un tesoro de testimonios de las experiencias de voluntariado que los chicos hacen desde la parroquia.
Les pedimos siempre que expresen sus emociones. A ellos les sirve para tomar conciencia de lo vivido. Y al resto nos regala la ocasión de sobrecogernos con una forma tan hermosa de entender la realidad.
De ese tesoro, una perla especial que debemos a Ana Belén. Tengo que aprender de ti.
«Hoy he sido voluntaria de los Camilos. He estado con dos abuelitas. Uno se llamaba Paula y casi no hablaba. Yo lo que he hecho es hacerle sentir como si fuera mi amiga. Y cuando le daba la mano me daba besitos y yo se los devolvía.
La segunda abuelita con la que he estado hablaba mucho, pero en su idioma inventado. Se llama Pilar. Lo que he hecho es también hablar en su idioma para que creyera que la entendía y a veces se reía a carcajadas.
No sé si de verdad tiene un idioma e intenta decir cosas o si bien dice y hace sonidos al azar, pero el caso es que se reía y eso es lo importante.
La cosa es que se sientan como en casa.»
Ana Belén.
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